Cómo evaluar proyectos de promoción de la salud que incorporan la perspectiva de activos
Joan Josep Paredes-Carbonell. Salud Pública, Valencia
Nos queda mucho por aprender
Los proyectos de promoción de salud que incorporan la perspectiva de activos pretenden – en base a la evidencia “salutogénica” disponible – conectar los activos identificados y geo-referenciados en un determinado territorio y población, para dinamizarlos a través de proyectos concretos que permitan generar salud y bienestar y reducir las desigualdades en salud.
Durante estos años de desarrollo del modelo de activos para la salud (desde 2010 en nuestro caso), hemos puesto el énfasis en su comprensión y fundamentación, en generar metodología para facilitar su aplicación y en experimentar las ventajas de llevarlo a la práctica. Sin embargo, en estos momentos de oportunidad para el desarrollo de la salud comunitaria en España, es necesario que también nos detengamos en los aspectos del modelo que no sólo se centran en la acción (elaboración de mapa de activos y su dinamización).
Es necesario pues, que nos situemos en el punto de partida del modelo: la mejor evidencia disponible en salutogénesis; y también, en las metodologías de evaluación, en la elección o construcción de indicadores, la comprobación de que estos mejoran tras la intervención basada en la dinamización de activos y la producción de nuevas evidencias.
El objetivo de esta comunicación es dar a conocer cómo hemos planteado la evaluación de algunos de los proyectos que estamos llevando a cabo con las dificultades inherentes de otorgar la máxima prioridad a la sostenibilidad de los propios proyectos.
Evaluar es hacer y contestar preguntas: ¿Genera salud nuestro proyecto? ¿Conecta y dinamiza los activos del mapa?
Según nuestra experiencia, en todos los proyectos se han elaborado mapas de activos desde una perspectiva de intervención. Es decir, el mapeo de activos se ha considerado un instrumento para el diseño de una o más actuaciones que interconecten y dinamicen los activos identificados para obtener resultados en salud. Así pues, la evaluación de este tipo de proyectos, tiene que integrar una doble perspectiva:
- La evaluación como proyecto de promoción de salud/salud comunitaria, centrada en verificar si la intervención ha producido los cambios esperados en función de: los objetivos formulados, los procesos generados, los aprendizajes individuales, grupales y comunitarios. Por ejemplo, el incremento de escolares del barrio que aprueban el primer curso de la enseñanza secundaria obligatoria.
- La evaluación como proyecto basado en el modelo de activos, centrada en verificar si la intervención ha producido las interconexiones esperadas entre activos, ha desarrollado su potencial de dinamización previsto y los resultados de éste:
- Por ejemplo: número de activos de diferente tipología y de diferentes territorios (barrio y municipio) que se interconectan gracias al proyecto
- Por ejemplo: características y funciones de las interconexiones de activos: apoyo político y/o financiero; diseño, ejecución y/o evaluación de la intervención; facilitación de locales o instalaciones
- Por ejemplo: quiénes han sido los activos que han actuado como agentes conectores y dinamizadores, qué elementos disuasorios se han dado en el proceso y porqué (para poder corregirlos)
Un elemento muy interesante que tiene que ver con las conexiones y que está en la base del modelo de activos, según Kretzmann y McKight, es el análisis de las relaciones entre las personas de la comunidad, representantes de grupos y asociaciones, profesionales y direcciones de servicios y responsables de la política. Las intervenciones basadas en el modelo de activos han de contribuir a reequilibrar las relaciones de poder que se establecen en los grupos mencionados. Si estas relaciones no se transforman, no se producirán los cambios. Esto se relacionada con los niveles de participación comunitaria que destaca Popay para lograr resultados en empoderamiento comunitario, capital social y en salud. Esto enlaza directamente con el estudio de las relaciones sociales y los tipos de capital social. Morgan nos habla del capital social linking o “de escalera”.
La “evaluabilidad” de los proyectos basados en la conexión y dinamización de activos
Así pues, a la hora de diseñar un proyecto de promoción de salud/salud comunitaria basado en activos, será necesario que nos planteemos su “evaluabilidad” en esta doble perspectiva, o lo que es lo mismo, si no sabemos cómo vamos evaluar el proyecto, no deberíamos “pasar a la acción”. En la mesa del Congreso se ofrecerán una serie de instrumentos, indicadores y referencias bibliográficas como una propuesta abierta que pretende facilitar la evaluabilidad de nuestros proyectos poniendo el foco en la perspectiva de activos.
Algunas autoras proponen una mirada de “sistema” y una mirada desde la complejidad y no solamente entendida como la complejidad de la intervención, sino también del entorno donde esta intervención se implementa. Hay una tendencia a pensar que se tiene que evaluar la intervención como algo aislado. Pero la comunidad es parte de cómo la intervención se ha desarrollado, por lo que los cambios en los procesos comunitarios también pueden ser indicadores de salud y bienestar (lo cual coincide con la idea de evaluar las conexiones de activos): ¿hay relaciones más equitativas? ¿Se ha llegado al empoderamiento de la comunidad? ¿la comunidad ha tomado otras iniciativas que no estén relacionadas con la intervención original? La investigación cualitativa en este caso es la más apropiada para este tipo de análisis, porque se trata de buscar historias de cambios y como se haya vivido, tanto por la comunidad cuanto por los profesionales
Durante estas semanas previas, podemos compartir aquellos enfoques, métodos, técnicas que estéis utilizando para evaluar los proyectos que habéis puesto en marcha. Podemos ir reuniéndolos para discutirlos en Granada. ¿Os animáis?